viernes, 13 de enero de 2012

Mitos y Verdades sobre el Colesterol



Hoy en día, mucho se habla del colesterol, esta palabra está llena de connotaciones negativas asociadas a una mala alimentación, a problemas cardiovasculares y obesidad, pero es fundamental saber que se trata de un elemento necesario para nuestro organismo, pues el cuerpo necesita determinada cantidad de colesterol para funcionar adecuadamente. Lo importante es conocer qué es, cómo funciona y cuándo es perjudicial para la salud.

 El colesterol es una sustancia cerosa, de tipo grasosa, que existe naturalmente en todas las partes del cuerpo, participa en muchos procesos fisiológicos importantes como el celular, el digestivo y en la producción de hormonas, entre otras funciones”.

Nuestro hígado es capaz de producir el colesterol necesario para el organismo. Sin embargo, a través de la alimentación, podemos recibir una cantidad adicional de esta sustancia que, en muchas ocasiones, es perjudicial para la salud, sobre todo para el corazón.

El origen de su aumento en sangre viene derivado, principalmente, del incremento de las grasas saturadas y trans en la dieta.

COLESTEROL “BUENO” Y “MALO”

 Es importante ser consientes de los riesgos que para la salud tiene llevar una alimentación poco equilibrada y rica en grasas. El Colesterol es transportado desde el hígado hacia las células a través de unas proteínas llamadas lipoproteínas.


Las células utilizan lo que necesitan y el resto permanece en el torrente sanguíneo esperando a que otras lipoproteínas lo devuelvan al hígado. Existen dos lipoproteínas, la LDL, de baja densidad, asociada al “colesterol malo”, y la HDL, o de alta densidad, que se identifica con el “colesterol bueno”.

El problema del colesterol “malo” o LDL es que, en exceso, se acumula en las arterial y dificulta el tránsito de oxigeno a través de la sangre, lo que entorpece el trabajo del corazón y del cerebro.

La acumulación de estas grasas en los vasos sanguíneos se denomina arteriosclerosis. Aparte de los riesgos de infarto, existen otras patologías cardiovasculares graves ligadas al exceso de éste.

Por su parte, el colesterol “bueno”, o HDL, no sólo es necesario para el organismo, sino que es recomendable aumentar sus cantidades en sangre cuando existe riesgo de arteriosclerosis, porque ayuda a sintetizar el colesterol “malo” que se acumula en las paredes de las arterias.

Una de las causas más habituales del exceso del colesterol “malo” se encuentra en la carencia de colesterol “bueno” o HDL, esencial para favorecer la sintetización del LDL en nuestro hígado.

DIAGNÓSTICO

 El aumento de colesterol no suele tener signos ni síntomas, pero puede detectarse con análisis de sangre. Es muy importante llevar un seguimiento de los niveles de colesterol en sangre, sobre todo en el caso de los adultos sanos, que deberán revisarlos como mínimo cada año. Aquellas personas que ya padezcan un cuadro arteriosclerótico claro, deberán realizar estos controles mínimo dos veces al año.

El tabaquismo, el consumo de alcohol, la obesidad y el sedentarismo son causas frecuentes de la falta de HDL (colesterol bueno).

RECOMENDACIONES
 
  • Es posible disminuir el colesterol mediante el ejercicio y el consumo de frutas y verduras.
  • El consumo de pescados azules como el salmón, las sardinas y el atún reducen el colesterol en sangre.
  • Los frutos secos consumidos con moderación y crudos también deben tenerse en cuenta.
  • No tomar alcohol, bebidas azucaradas y gaseosas.
  • Moderar el consumo de café, ya que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas si se consume exageradamente.
  • Evitar el consumo de dulces, golosinas y chocolates.
  • No fumar.
  • Evitar las situaciones de estrés.
  • Realizar ejercicios de manera diaria y regular.
  • Ciertos medicamentos alteran la proporción entre las LDL y HDL.

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jueves, 12 de enero de 2012

Artritis Reumatoide, enfermedad del sistema inmunológico.




"Aproximadamente 1% de la población mundial está afectada por la Artritis Reumatoide, siendo las mujeres más propensas a la enfermedad que los hombres. La aparición suele ocurrir entre los 40 y 50 años de edad, sin embargo en ocasiones se puede presentar en adultos jóvenes y niños"



La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune lo que significa que es el resultado de un ataque al sistema inmunológico de la persona a sus propios tejidos. Se caracteriza por provocar inflamación en la membrana sinovial (membrana que alimenta, protege y cubre los cartílagos) de las articulaciones.

La inflamación de esta membrana es la responsable del dolor, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. La persistencia de la inflamación de la membrana sinovial provoca que el hueso se dañe y aparezcan pequeñas erosiones.

La enfermedad afecta con más intensidad a unas articulaciones que a otras, y hay algunas que nunca se alteran, las más afectadas comúnmente son las articulaciones de las muñecas, los dedos de las manos y los pies, los codos, los hombros, las caderas, las rodillas y los tobillos. La AR ocasionalmente puede afectar otros órganos además de las articulaciones. 

CAUSAS
Hasta la fecha se desconoce la causa de la Artritis Reumatoide. Los genes (herencia familiar) el ambiente y las hormonas pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad. Se ha investigado como posible causa agentes infecciosos como las bacterias pero aun no hay evidencias comprobatorias de su implicación.
El origen genético y hereditario se considera la causa más frecuente ya que es el propio sistema inmune el que no reconoce las articulaciones como propias y por ello se inflaman, tambien se menciona de ciertas proteínas que se transmiten de forma hereditaria que podrían predisponer a la enfermedad.

DIAGNOSTICO
El diagnostico se realiza en base a los síntomas clínicos del paciente complementados con radiografías y exámenes de laboratorio.
El examen de Factor Reumatoideo (RA TEST) a pesar que es bastante sensible en esta patología y se detecta en más del 80% de los pacientes, hay que tener en cuenta que puede aparecer como interferencia con otros desordenes  autoinmunes por lo cual se debe complementar. La prueba de Proteína C Reactiva (PCR) es utilizada para evaluar trastornos inflamatorios y en el caso de la AR sirve para documentar un estado inflamatorio sistemático, por lo procesos autoinmunes previamente descritos. La Velocidad de Eritrosedimentación (VES) es una prueba de apoyo diagnostico en procesos infecciosos e inflamatorios. Estas pruebas anteriores se recomienda sean complementadas con el examen de Anticuerpos Anticitrulina, debido a que la AR está asociada con la citrulinación.
La bibliografía médica confirma que los anticuerpos contra CCP3 (tercera generación) pueden estar presentes varios años antes que la enfermedad clínicamente se presente. Esta prueba de anticuerpos ayuda a obtener un diagnostico temprano acertado y un tratamiento oportuno de la enfermedad.

TRATAMIENTO


La AR como enfermedad sistémica afecta al paciente en los aspectos biológico, psicológico y social, razón por la cual el tratamiento debe ser integral con el fin de lograr una mejor calidad de vida. Los tratamientos incluyen medicamentos, cambio en el estilo de vida y en ocasiones cirugía. Se busca disminuir o detener el daño de las articulaciones y reducir el dolor y la inflamación. Tanto el diagnostico como el tratamiento de la AR se recomienda sea orientado por un médico especialista en reumatología.

RECOMENDACIONES

  •  Evitar ejercicio físico fuerte y movimientos bruscos evitando trabajos que requieran fuerza física.
  • Realizar con disciplina las terapias físicas recomendadas por su médico.
  •  Cuidar las horas de sueño que sean necesarias.
  • Cuidar durante la jornada laboral y las actividades diarias que las posturas físicas sean adecuadas sobretodo cuidar espalda y cuello.
  • Cuidar el peso ya que el sobrepeso afecta la movilidad y las articulaciones.
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